Era
temprano, o eso decían, pero allí estaba ella todos los días, corriendo como si
fuese a acabarse el mundo y no llegase al final.
Corría
para luchar contra todo, contra todos. Día tras día, mañana tras mañana.
6 am,
sola ante el peligro. Solo Ella conocía el sitio. Nadie más podía estar allí.
Pero
fue ahí, donde lo conoció, todos los días a la misma hora allí estaba.
La
acompañaba en cada amanecer. No se conocían, no se hablaban pero Él estaba,
siempre estuvo y siempre estará…
1
de enero, otro año, Ella no fue.
Otro
año, otra vida. Nunca lo olvidará. Siempre estará presente pero con un punto y
aparte.