Día
nostálgico donde los halla…
Ya
os habréis dado cuenta que soy una cinéfila por la cantidad de pelis, series,…
que comparto-recomiendo, pues bien, siempre he oído desde pequeña que “cine
como el de antes ninguno”. La verdad que creo que me viene de familia, más bien
de genética.
Mi
padre es el mayor adicto al cine que conozco, pero del “buen cine” como él lo
llama.
Marlon
Brandon, Bogart, Grant, Elizabeth Taylor ¡qué grandes! Se oye por casa… y la
verdad no se si es un buen critico o no, pero todos sabemos que lo que dice “tu
padre” tú te lo crees como la mayor evidencia científica que existe (aunque
delante de él nunca lo reconocerás), y para no acabar hablando de, “La gata
sobre el tejado de zinc”, “Lo que el viento se llevo”, voy al tema de hoy.
Los
principios, sus primeras películas, de las que siempre he oído hablar por la
felicidad que trasmitían, la risa…. Y que a mi me costaba creer que así fuesen,
porque señores, esas películas eran MUDAS.
Por
eso, no quiero dejar de nombrar al gran “charlot”. Charles Chaplin, el hombre
con bombín y bigote que hizo reír a medio mundo con sus peripecias. Y lo que me
lleva a pensar que para un ascenso a la felicidad solo hacen falta momentos buenos
y tener siempre una sonrisa; mudo, en blanco y negro y con la mínima escenografía…
algo totalmente impensable en el mundo del consumismo y envidias en el que
vivimos.
Disfrutar
de los buenos momentos de la vida, de cada película, de cada momento divertido
porque la felicidad atrae la felicidad, y como bien dice mi padre al que quiero
dedicar el post de hoy, “las películas en blanco y negro son las mejores que existirán”.
No
por tener todo lo que creemos necesitar vamos a ser felices, os recomiendo una
de sus películas favoritas “Desayuno con diamantes” (primera escena parameteros en ganas) y para que veáis que alguien sigue dándole la razón, una del
2013 (con 10 Goyas) que sigue sus pasos. “Blancanieves” (trailer).
Ascender
a la felicidad metiéndoos dentro del televisor y evadiéndoos un tiempo de todo,
veréis lo a gusto que os quedáis.
¡Ser
felices!