Fue en un pueblo con
mar después de un concierto… o no
NADA TIENE PORQUE SER LO QUE PARECE.
Aquella noche llegó
su amiga a recogerla, a toda prisa, condujeron hasta el centro, llegaban tarde
y todavía les quedaban un par de calles en tacones para llegar al garito.
Tenían entradas para
ver al nuevo grupo revelación, más bien “canción” revelación, porque mucho más
de ellos no sabían.
Solo sabían que
necesitaban desconectar, y un subidón
de adrenalina.
Se escuchaban los
primeros acordes desde la puerta, último sprint
y dentro.
Buscaron sitio, más
bien lo que les quedaba y ¡a disfrutar!
Cuarenta y cinco
minutos más tarde, el cantante anunciaba el final, “nos vamos, un placer haber estado aquí”
Pero, quedaba una, la última, la
esperada, o al menos por eso estaban allí.
Vítores, gritos,
llamadas… “Otra, otraaaaa….”
-
Ni que fueran
Bruce, ¿A qué esperan?
Al fin,
salen de nuevo, y
comienza la música.
Todos responden, ésta sí se la saben.
Y es entonces,
cuando alguien sube al escenario.
Él.
Le prestan el
micrófono.
Se para la música.
La gente se calla.
Se hace el silencio.
Ella está temblando.
Su Amiga le coge la
mano, y se oye:
“¡CÁSATE CONMIGO!”
Continuará…